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Políticas públicas para empresas industriales de tamaño intermedio

- Editor CEPI

Las Empresas de Tamaño Intermedio  (en adelante ETIs, o Midcaps), constituyen un conjunto de empresas clave por su papel estratégico en el tejido económico y su capacidad para impulsar la innovación y el empleo. 

Las ETIs suponen:

17% del empleo total en la Eurozona.

21% de la facturación en la EU27.

Son motores de innovación y empleo: 

70%  de las Midcaps invierte en formación.

75% de las Midcaps invierte en tecnologías digitales.

50% de su facturación proviene de mercados exteriores.

Países como Francia o Alemania desarrollan políticas públicas, destinadas específicamente al apoyo de este segmento empresarial. No obstante, a pesar de su relevancia en términos de empleo, innovación y desarrollo económico, las ETIs aún no reciben suficiente reconocimiento específico como categoría empresarial en muchas legislaciones y políticas económicas, tampoco existe una definición oficial que limite las empresas que forman parte de este segmento. Estos son los motivos principales que justifican la elaboración de este informe.

El objetivo del estudio es analizar de manera específica las ETIs industriales en España  con el fin de identificarrecomendaciones para el diseño de políticas públicas de apoyo a estas industrias.

El estudio realizado define una ETI como aquella empresa, con sede en España, que tiene entre 250 y 3.000 empleados en su plantilla y una facturación anual situada entre los 50 y 500 millones de euros. Además, se considera como ETI pequeña: aquellas que no llegan a los 250 empleados o los 50 millones de facturación, pero superan las condiciones para ser considerada PYME. 

ETI mediana es la que tiene entre 250 y 1.000 empleados y entre 50 y 300 millones de euros de facturación y  ETI grande la que cuenta entre 1.000 y 3.000 empleados o entre 300 y 500 millones de euros de facturación. 

De acuerdo con lo anterior, en España hay más de 4.000 empresas (sin tener en cuenta su sector de actividad) que, por número de empleados y nivel de facturación, tendrían la consideración de ETI. El número de ETIs industriales en España en 2023 es de  744 empresas. Se encuentran distribuidas por todo el territorio español, la mayoría del total están ubicadas en torno a 3 ciudades: Madrid, Barcelona y Valencia, así como en las regiones del País Vasco, Galicia, Andalucía y Aragón.

Cabe destacar también que el 45,83% de estas empresas se encuentran en municipios con menos de 20.000 habitantes. Esto refuerza la idea de que las ETIs industriales están fuertemente vinculadas al tejido industrial de localidades pequeñas, donde juegan un papel clave en la generación de empleo y en la dinamización económica.

Las ETIs industriales comprenden un total de 155 CNAEs diferentes, incluyendo tanto aquellos que forman parte de la industria (Grupos 10 – 32) como aquellos que representan otros servicios auxiliares a la industria (Grupo 33, 35, 36, etc.).

El subsector agroalimentario domina el segmento ETI con más de 200 empresas que suponen casi el 30% del total de ETIs industriales españolas. Si a esta rama le añadimos, además, la industria metalúrgica, la industria química y la energética, el total de empresas representadas supera el 60%.

Estas empresas se caracterizan también por su apuesta por la internacionalización, la innovación y el arraigo al territorio. Además, pese a que el segmento ETI todavía no está reconocido como un segmento empresarial, en muchos casos existe una estrecha relación entre las ETIs y otros agentes empresariales, tanto públicos como privados, como Institutos de Promoción Económica, Centros Tecnológicos, Fundaciones, Clústeres, etc. en los que se han apoyado en materia de formación y asesoramiento e I+D. 

Cabe destacar que también existen diferencias en cuanto al tamaño (facturación media y número de empleados) en función de la región. Así, mientras que la facturación media es más alta en Aragón beneficiada por su posición estratégica en el Valle del Ebro o en Castilla León, las ETIs con mayor número de empleados medios se concentra en Madrid, donde las empresas aprovechas otros servicios auxiliares a las empresas disponibles. 

De esta manera, estas empresas han conseguido generar un importante potencial tractor, aportando más de 47.000 millones de euros al PIB (de manera directa, indirecta e inducida), cuentan con un valor de producción agregado por encima de los 50.000 millones de euros, han generado una recaudación fiscal de más de 7.000 millones de euros.

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En relación con el empleo, el  impacto total es de 760.000 puestos de trabajo:

450.000 empleos directos e indirectos

310.000 empleos inducidos

 

Estas empresas se caracterizan principalmente por su capacidad para atraer y retener el talento clave, la sostenibilidad y buena práctica en la gestión, el acceso y expansión a mercados internacionales, la innovación y digitalización en procesos productivos y la apuesta por la localidad y el alto impacto que generan en su entorno, entre otros factores de competitividad. 

Sin embargo, para que estas empresas puedan seguir creciendo y consolidando su potencial, es necesario hacer frente a una serie de demandas, barreras y necesidades que enfrentan, como el acceso a nuevos mercados, el acceso a financiación, la falta de información, dificultades logísticas y en la cadena de suministro, la regulación y carga administrativa asociada o la falta de profesionalización y reconocimiento específico, entre otros. 

Para poder hacer frente a estos desafíos, estas empresas demandan principalmente políticas públicas de apoyo que pongan el foco sobre esta tipología de empresas, infraestructuras y logísticas eficientes que permitan sortear sus problemas en las cadenas de suministros y programas que les ayuden a seguir captando talento ante la escasez de personal cualificado y la alta competitividad en el mercado laboral. 

El estudio propone un conjunto de medidas para promover el desarrollo, crecimiento y consolidación de las Empresas de Tamaño Intermedio (ETIs) en España, que se agrupan en tres ejes:

El primer eje, denominado medidas transversales, se centra en aspectos fundamen­tales para el reconocimiento y apoyo institucional de las ETIs, como la creación de una Estrategia ETI y la implementación de moratorias para el cambio de categoría. Estas medidas buscan proporcionar un marco normativo claro, que garantice el conocimiento y la visibilidad de las ETIs y asegure el acceso de las ETIs a políticas públicas específicas, reduciendo las barreras administrativas y asegurando su correcta inclusión en el eco­sistema empresarial.

El segundo eje, medidas para impulsar el crecimiento de las PYMEs hacia la categoría de ETI, se dirige a la superación de los actuales obstáculos que enfrentan las PYMEs para expandirse y alcanzar el tamaño intermedio. En este sentido, se pretende ofrecer incen­tivos y garantías que permitan a las empresas avanzar hacia el estatus de ETI sin perder los beneficios y ayudas de los que actualmente se benefician como PYMEs, resolviendo así el problema de la «trampa de crecimiento» que limita su potencial de expansión.

Por último, el tercer eje, medidas para la consolidación de las ETIspropone una serie de políticas públicas orientadas a fortalecer la competitividad y la estabilidad de las ETIs ya establecidas. Este conjunto de medidas busca asegurar que las ETIs puedan seguir creciendo y consolidándose, mediante el acceso a recursos adecuados, apoyo en inter­nacionalización, innovación, digitalización y sostenibilidad, con el fin de posicionarlas como actores estratégicos dentro del mercado global.

La combinación de estos tres ejes responde a la necesidad de un enfoque integral que abarque tanto la creación de un marco legal adecuado como el impulso activo del crecimiento y la consolidación de las ETIs, elementos clave para fortalecer el tejido empresarial de España y fomentar su competitividad a nivel global.